Consagración al Inmaculado Corazón de María

Consagración al Inmaculado Corazón de María

Oh María, Madre nuestra
haznos un corazón pequeño
para que algún día en el cielo
te contemplamos.

Para ello como verdaderos hijos
te ofrecemos nuestro cuerpo,
vida y alma para que sean
a tu Inmaculado Corazón consagrados y así por ti,
fuente de infinita gracia
sean entregadas a la vertiente del amor,
Jesús, Nuestro Redentor.

Regálanos, Madre Nuestra el dón de la fe,
una esperanza sin par,
verdadera humildad y la perfecta caridad
inspirada en el seno mismo de la Santísima Trinidad
para ser liberados de la iniquidad,
mediante el triunfo de tu Inmaculado Corazón.

Amén.

Oración al Buen Ladrón


Oh bienaventurado ladrón,
que recibiste la gracia de compartir
los sufrimientos de mi Salvador

Invocar a los Ángeles


¡Querubines y Serafines! ¡Tronos, Dominaciones, Principados, Potestades, Virtudes!

Oración a la Virgen del Carmen


¡Oh Virgen Santísima Inmaculada, belleza y esplendor del Carmen!

Oración diaria a San Judas Tadeo


Oración diaria a San Judas Tadeo
San Judas, mi predilecto,
ven a mi casa que te espero;
ven y ve; tú sabes lo que falta;
ven y mira, lo que falta tráelo.
Lo que no es bueno para mi casa,
ven y échalo fuera.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén

 

A la Virgen del Perpetuo Socorro


¡Santísima Virgen María,
que para inspirarme confianza
habéis querido llamaros Madre del Perpetuo Socorro!
Yo os suplico me socorráis en todo tiempo y en todo lugar;
en mis tentaciones, después de mis caídas, en mis dificultades,
en todas las miserias de la vida y, sobre todo, en el trance de la muerte.
Concédeme, ¡oh amorosa Madre!, el pensamiento
y la costumbre de recurrir siempre a Vos;
porque estoy cierto de que, si soy fiel en invocaros,
Vos seréis fiel en socorrerme.
Alcanzadme, pues, la gracia de acudir a Vos
sin cesar con la confianza de un hijo,
a fin de que obtenga vuestro perpetuo socorro y la perseverancia final.
Bendecidme y rogad por mí ahora y en la hora de mi muerte. Así sea.

¡Oh Madre del Perpetuo Socorro! Rogad a Jesús por mí, y salvadme.

Poderosa Oración de Protección


¡Oh, Coraza de la Sangre del Redentor!

Comunión Espiritual


¡Oh, Sangre de Jesucristo!
Yo Te adoro en Tu Eucarística Presencia en el Altar.

Acción de Gracias


Porque mucho hay que agradecer, esta acción de gracias al Señor

San Joaquín y Santa Ana


Padres de la Virgen María.

Señor, Dios de nuestros padres,
tú concediste a san Joaquín
y a Santa Ana la gracia
de traer a este mundo
a la madre de tu Hijo;
concédenos, por la plegaria de estos santos,
la salvación que has prometido a tu pueblo.
Amen